Época de la dictadura militar. El Bombita estaba en el poder.
En vista de que el Rector del Colegio se había acogido a los beneficios de la jubilación, yo, en calidad de Vicerrector, había asumido el rectorado hasta que fuera designado el titular.
No sé, pero a veces pienso que ha sido un error mío el no haberme interesado jamás en ocupar una dignidad. He tenido oportunidades en la vida, pero he sido de la idea de que el poder corrompe y lo vuelve dependiente, y de que más labor se hace desde abajo; por eso, cuando mis colegas me plantearon de que aceptara el rectorado del Bolívar, me disculpé y me comprometí a servir a mi Establecimiento, cumpliendo el encargo que se me había hecho.
Un buen amigo y compañero de docencia, era el Director de Educación, por disposición de la dictadura. Él, a lo mejor queriéndome ayudar, me propuso también el Rectorado. Tampoco le acepté, argumentando entre otras cosas, que era muy joven para ello.
Después de un tiempo, mi amigo director de educación, asumió la Dirección Nacional de Educación, lógicamente por influencia de los militares que gobernaban, y, aprovechando tremenda coyuntura, fue nombrado Rector del Colegio Bolívar, pero para posesionarse cuando se terminara la dictadura. La amistad con un patojito que era el Ministro de Educación, le sirvió mucho a mi amigo. Hasta mientras, yo continuaba encargado del Rectorado del Plantel. La tarea educativa seguía su rumbo sin mayores novedades ni contratiempos.
La dictadura militar llegó a su fin, y el Director Nacional de Educación volvió a su provincia a posesionarse en su nueva función que la tenía reservada para cuando llegare este momento.
Un día lunes, de la semana del 19 de Noviembre de 1979, se posesionó el flamante Rector, y yo volví a las funciones de Vicerrector. Esa semana, entre otras actividades, se preparó el desfile cívico para el 19. En realidad, con la gallardía de siempre, el colegio desfiló con su alumnado y su personal docente. El nuevo rector, en primera fila y con terno nuevo, recibió aplausos de la gente, ubicada en las aceras, a lo largo de la Calle Real. Qué desleal es la gente. Qué insincera y qué fácil es el dar cabida a resentimientos crecidos en el ambiente politiquero.
Es increíble; pero lo que ocurrió es que a los ocho días exactos de haberse posesionado la Primera Autoridad, estalló la huelga, al tenor de que no se podía ni se debía aceptar como Rector del Decano de la Educación en el Carchi, a un lacayo de la dictadura; y, al grito callejero de abajo el Somoza tulcaneño, el conflicto tomó cuerpo.
En el planteamiento inicial, los cabecillas de la huelga, habían incluido a dos profesores más : a un docente de Biología y a otro de Matemática. Es curioso, pero un profesor de Educación Física, ya sabía lo que se iba a perder de su gabinete.
La ciudad de Tulcán se alarmó, puesto que ya eran doce años de lo que no se había hecho una huelga; por lo tanto, los padres de familia y los profesores, celebraron una asamblea en el Salón Municipal, para conocer en detalle el problema. Recuerdo que entre los oradores, llevó la palabra un señor, que sin ser padre de familia, lo hacía a nombre de ellos y, con lágrimas en los ojos, manifestaba identificarse con el pueblo humilde, marginado claro que eso lo decía de memoria, porque él era un chulquero-También impresionó con su verborrea un Ex Rector, quien no solo que respiraba sino que también hablaba por la herida. Él gritaba para convencer de que ya era hora de rescatar al Bolívar, porque no se puede tolerar a un rector fruto de la dictadura, ni a un Vicerrector quien, durante su encargo, todo lo dejó hacer y todo lo dejó pasar. Cómo es posible, decía, que en el leccionario, un profesor escribiera en la casilla de tema tratado, no dicto clase, y lo ratificara con su firma. Y el encargado del Colegio, ¿qué? ¡Nada!
Se conformó una comisión para dirigirse al edificio del Colegio, allá en el norte de la ciudad, y traer a los líderes de los estudiantes rebeldes y luchadores, que se sacrificaban por alcanzar el progreso de su Casona. De hecho, en la comisión se incluyeron los dos principales oradores. Se sabe que en el trayecto del Colegio al Municipio, se incluyó en el pliego de peticiones, el nombre del Vicerrector. Éramos entonces, ya cuatro los implicados en la huelga. El respaldo, por parte de los padres de familia, compañeros docentes, de administración y de servicio, fue grande a favor de los cuatro. Nada valió y tuvimos que dejar el Bolívar para que volviera la tranquilidad y todo se encauzara normalmente.
La denuncia que hizo el Ex, me dejó intrigado: no podía entender que un profesor pusiera en la casilla del tema tratado, no dicto clase, y firmara corroborando su actitud irresponsable, sin que la primera autoridad ni nadie lo advirtiera. Hice la investigación y, en realidad, así estaba en el leccionario….. lo único que variaba era que quien firmaba era un inspector, y lo que quería anotar len la casilla pertinente del leccionario, era la ausencia de un profesor. Lástima que no puso la tilde y, en lugar de puntualizar, no dictó clase, lo hizo sin la tilde. Solo una tilde, fue la razón que esgrimió el Ex, para que yo también pasara a ser un Ex del Bolívar.
De mi parte, yo no guardo rencor, ni a los huelguistas ni a los que los manipularon hábilmente. Gracias jóvenes, su actitud de rebeldía y de lucha repito, manipulada como siempre- hizo que mi vida cambiara y se cumplió aquella sentencia de que no hay mal que por bien no venga.
De eso acá , han transcurrido 26 años. Otra vez la misma lucha. Otra vez los estudiantes manipulados; y, lo que es peor, aún están algunos de los mismos que, por debajo, hacen que se muevan las frutas.
Un post del Licenciado Delacroix
Jamás dejarán de reconocer lo bueno, siempre imperará la mediocridad y la corrupción, y aquellos que lo practican siempre estarán mangoneando. No hay mal que por bien no venga, esa es la realidad, o también se puede decir “Dios sabe como hace las cosas”
Yo discrepo en la típica frase de que no haya mal que por bien no venga: las cosas no pasan porque tienen que pasar, tan sólo pasan; es cada quien el que decide qué hacer basándose en lo que le ha pasado, y nunca se sabrá que hubiese pasado si la decisión tomada hubiese sido diferente.
En cuanto a la actitud de rebeldía manipulada de los estudiantes no puedo estar más de acuerdo.
oe, no puedo comentar en geek/2
errr… como que en esos tiempos yo aun no nacía.
se dice que uno debe hacer lo que se debe. fugar no es una opcion.
siempre lo hé manifestado :a quién se le pudo ocurrir poner al licen en la lista de la época , nuestro colegio (y no es alavanza) perdió a uno de los profes con más criterio, conocimiento ,y una manera muy propia muy del licen para poder comunicarse con sus alumnos , dotes de los que carecen los educadores de hoy a excepción de algunos . como no quisiera que manipulen las cosas buenas ,el respeto ,la buena formación morál y de carácter ,……en lo que respecta a mí , tuve suerte en el Bolivar de tener un profe como el Licen , sus consejos me direccionaron en mi vida , y creo que todavía , pues me precio de su exelente amistad. ……..
En el BOLIVAR……..que tiempos aquellos , …pero parece que se ha heredado la manipulación ..que pena.
holle donde es ta lña tile
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