Creo que soy alguien básico, me gustan las cosas sencillas y disfruto de placeres brindados por situaciones tan simples como comer, ver televisión, leer (ok, apenas voy 3 días en esta fase de lector -de libros-, veamos cómo me va), tirar, dormir, rascarme la cabeza luego de quitarme una gorra que ha estado aprisionando mis superfluos pensamientos por mucho tiempo o quitarme los zapatos al final del día, entre muchos otros detalles que posiblemente enmarañen o compliquen la supuesta característica de ser básico que, según yo, podría definirme de alguna manera.
Al ser básico, o por lo menos pretender serlo, también existe una tendencia MacGyveresca de tratar de solventar cualquier tipo de situación o problema por uno mismo y con la menor cantidad de recursos posibles. Por ejemplo: ¿por qué usar un cortauñas si tengo unos hermosos, precisos y filosos dientes que la naturaleza me ha dado?
Encontrábame entonces yo en mis aposentos colocado en el mismo vórtice imaginario y luminoso creado por la luz de la luna creciente que resaltaba en aquella noche despejada del páramo, los rayos catódicos del aparato de televisión ubicado en el horizonte de la habitación, la iluminación amarilla de lámpara incandescente del poste erguido en la vereda del frente y la luz flurorescente de la lámpara de neón de la sala de estar inmediatamente contigua. Faltando poco para terminar mi labor de “igualar” el largo de las uñas de los dedos de mi mano un grito terminó de improviso el proceso de desdoblamiento espacial y temporal producido por el vórtice luminoso y la alineación de la cuarta casa de acuario, el segundo piso del colegio del frente y la quinta paila del averno: ¡Ayayayaaaaayyyy…. cha madre!
En mi boca no solamente un pedazo de uña, sino también algo de carne (el otro algo de carne seguía todavía en mi dedo, ahí en esa comisura entre la uña y el dedo mismo). Una mezcla de uña, piel, carne y sangre; una parte de un cristiano colgaba de mi boca aún después de haber proferido el grito.
Dolor, hinchazón, infección, pus y más dolor fue lo que se vino después. Parecía que otro pulgar quería nacer de la falangeta del dedo medio. A los pocos días el pus acumulado encontró salida sin ayuda extra, la hinchazón seguía. Debajo de la piel se podía ver que había más pus acumulado que estaba ansioso por salir, así que tuve que forzar un poco esa salida: un alfiler sin esterilizar et voilà; afuera pus… pero el dolor seguía. Ahí es cuando entra en acción la tradición oral médica ancestral y le da tres vueltas a huevadas como la cienciología: 10 minutos con el dedo metido en una taza de leche caliente con pedazos de pan flotando y santo remedio. Aminoró la hinchazón y rebajó muchísimo el dolor.
Una taza de leche y un poco de pan menos para los niños pobres, pero un dedo saludable (o por lo menos humano) para mí.
Ok, sabemos de los conocimientos ancestrales que parten desde el uso correcto de la coca-cola, fosforos y demases.
Pero leche y pan flotando, jamás había escuchado!!!
Yo a veces los dejo sin leche y pan de pura gula.
queeeeeeeeeeesssfff el Phantoncito, metiendo el dedote gorrdo de pus ammarisho en leche. Onde se a visto. Mejor un cataplasma de diente de leo con matico.
Lo que no dices es si te tomaste luego la leche con “crema extra” ja ja ja.
Por libros sin impuestos en Ecuador.!!
AAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUCHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!! Que bestia me zimbro (simbro… cimbro… como sea) toda la columna tu ayayaysito en el dedo!!! Pues cualquier cosa que hagas no le pondrás mentol ni limon ni sal ni esas cosas que puedan hacer que arda rico! 😉
Y que se mejore tu dedito pronto!
Pd. Por tu cumpleaños, te llevaré a Carchi Tierra Linda un cortauñas… Oye… Esa es una buena idea… Ya que me anda gustando viajar con Mr. Ludo le voy a decir q vayamos a sus terruños… Pronto… mmmm… ahurita le escribo!
Que asqueroso !!!!!.
Mejor te regalo un hermoso cortauñas.
digamos que es espreferible un dedo de la mano a un dedo del pie
Que post tan… digamos: singular y sincero.
Tan allegado a la tecnología y sin hacer uso de un “basico” cortauñas.
Espero que conl a experiencia aprendas (además q algunas mujeres pensamos q eso se ve feo en hombres, ergo, te baja puntos)
Y cómo es? en la leche tienen que estar flotando, indispensablemente, el pan? sin el pan no funca?
digamos que es espreferible un dedo de la mano a un dedo del pie
Y en este momento yo me imagine a alguien comiendose las uñas de los pies… :S
No creo que baje puntos, So, porque quedan bien cortadas y bastante decentes. A menos que te vean mientras te las “cortas” y eso si uno no hace en público (pero por si acaso mejor que no mencioné nada de rascarse las bolivianas).
Tienen que haber pedazos de pan de dulce (sí, tiene que ser de dulce) ahí metidos en la leche, supuestamente ayudan a absorber rápidamente el pus.
>porque quedan bien cortadas y bastante decentes
Esto es una mentirota. Además, se hacen cuadradas.
jajajajaja, no sé reí más con el post o los comentarios!!. No quedan bien cortadas, siempre quedan unos “levantaditos” que luego se andan pegando a la ropa y siguen saliéndose los pedacitos de uña… jejeje.
Ojalá aprendas a usar un simple cortauñas así habrían menos niños pobres hambrientos.
…para eso del “dedo del pie” uno ha de tener q hacer la de “acrobático” no???
Chuta… pues no se si he llegado al punto de maestria que a mi ya no me pasa eso! jajaja! lamentablemente lo hago en periodo de exámens…. y digamos que es desesperante!
que asco de gordito¡¡¡¡
mire tengo un niño que se está amarillando los dientesitos que podriar recomendar hacer en ese caso?