Con este post me siento como hace 4 o 5 años cuando CeroCuatro era un completo “Querido Diario” y casi todo lo que ponía aquí era para quejarme o mostrar mi inconformidad, sobretodo con las actitudes protozoarias de la gente, de la ciudad y de muchos animales que creen que son personas. Luego creo que opté por el camino más cómodo y decidí que no iba a cabrearme por causa de seres mono-neuronales y bueno, el trabajo y la vida en pareja con las responsabilidades que implican han hecho que no me quede mucha energía o tiempo como para usarlos en lanzar las más terribles maldiciones, brebajes y maleficios hacia los que, claro que sí señores, se lo merecen.
Usar “tercer mundista” en el título es cliché, es más que cliché pero ¿qué puedo hacer si todo nuestro país es eso, un cliché, un chiste de mal gusto?, entonces el título deja de ser cliché y pasa a ser realista, porque como buen Macondo de segunda clase estamos rodeados por ese realismo mágico, sólo que parece que la magia que se usó fue negra con toques de voodoo.
Intentábamos entonces sacarle provecho a esos pocos buenos momentos que un Macondo como éste puede ofrecer y salimos a disfrutar del sol de domingo con mi esposa. Luego de un no-tan-mal-almuerzo-como-me-lo-esperaba en un restaurante vegetariano fuimos en busca de los helados que quedan por el redondel del colegio Bolívar, helados clásicos con cierta influencia de los de Salcedo, creo. Regresando ya disfrutando de nuestros helados y de la tarde soleada tuvimos la mala suerte de pasar por el lugar equivocado en el momento menos indicado, o alguien estaba haciendo voodo macondero con un muñeco mío.
¡SPLASH!
Lo que calculé como la cantidad de agua correspondiente a un balde pequeño cayó sobre mí y mojó todo mi lado izquierdo desde el hombro hasta el periódico recién-comprado-y-todavía-sin-leer que llevaba en la zurda. Ahí me acordé de una parte de la letra de una canción de Tenacious D y dije: wait! wait! wait! you mother fucker… Subí la mirada y ya no ví a nadie en la terraza del puto edificio de 4 o 5 pisos, la fachada que daba hacia la acera en donde estábamos no mostraba ningún acceso hacia el interior del edificio, así que fui a buscar en la otra fachada de aquel esquinero y malvado castillo carnavalero y encontré la puerta, no timbré porque la puerta estaba abierta.
En el penúltimo piso me encontré con una viejita a la que saludé atentamente, ella no se mostró extrañada, tal vez pensó que era alguno de los inquilinos que viven ahí y que ella no conocía y como no tengo pinta de choro; me devolvió el saludo también muy atenta, había superado al dragón del pozo que protegía al castillo. Llegué a la terraza y desenfundé mi espada, no sin asegurar y reafirmar mi escudo, mientras preguntaba “¿quién es el hechicero maldito que habita en este castillo y que osó arrojarme aceite hirviendo?”.
Ok, en realidad dije (alto y fuerte, como buen macho cabreado) “Buenas tardes, ¿quién acaba de lanzarme agua mientras pasada por la acera?”
Los que estaban en la lavandería y únicos presentes en la terraza: la señora, y sus dos hijos, “varoncito” y “mujercita” se quedaron fríos.
– Mi hijo, pero sólo estaba jugando. Yo recién subo – atinó a decir la señora.
– Señora no tengo idea de cómo cría a sus hijos pero me parece que la parte del respeto hacia los demás se le ha olvidado. ¿Cómo es posible que faltando 1 MES para el juego animalesco ese de carnaval, un desconocido me moje?. Cada vez la costumbre retrasada ésta de mojar a la gente ya ha ido disminuyendo en la ciudad, pero con esto hemos retrasado unos 10 años ese avance. ¿Qué tal que venía con un bebé, o tenía una computadora o un teléfono celular?
– Pero no tenía nada de eso y no pasó nada, él vio antes de lanzar el agua (¿no que recién había subido, señora?). Pero tiene razón, le pido disculpas
– Ok, y si venía con un bebé o dañaban mi celular y mi computadora ¿con unas disculpas me iba yo conforme? Además me parece que todo es respeto con los demás. A mí también me gusta el carnaval pero yo juego con mis amigos y mi familia, no con ningún extraño. ¿Cómo iba a imaginarme que ESTE me iba a mojar?
Oh, oh. Ese “éste” fue el detonante y para ese rato la, anteriormente, dulce viejita había regresado a la terraza y fuertemente me increpó:
– ¿Cuál ESTE pues, cuál ESTE?
– Usted pide respeto y lo primero que hace es tratar de ESTE a mi hijo – completó la mamá del guambra.
– Claro pues, ESE, ESE guambra (mientras lo señalaba con el dedo), ¿cómo quiere que le diga si precisamente ni lo conozco? – atiné a decir.
– Además se mete en nuestra casa sin permiso y viene a gritarnos.
– Sí señora, yo sólo pretendía timbrar y hacer el reclamo, pero encontré la puerta abierta y me tomé la libertad de subir. Y sí, vine a alzarles la voz para dejar bien clara mi inconformidad con esta falta de respeto ¿cómo queremos que la ciudad avance o medio se civilice cuando seguimos con costumbres de animales como ésta?. Sí, alzo la voz pero póngase en mi lugar señora, a veces no hay que pensar sólo en uno, ¿qué tal que en lugar mío estuviera usted o su mamá?
– Pero es un niño y sólo estaba jugando ¿acaso usted nunca fue niño y nunca mojó a nadie en carnaval?
– Sí señora, fui niño y claro que jugué carnaval, pero con los míos, mis amigos, mis familiares y sí, mojamos también a extraños pero por lo menos los días de carnaval cuando alguien salía y lo único que podía esperar es que lo mojen, no UN MES ANTES y peor aún con alcahuatería de mis papás.
Otra hija de la señora entra en escena, llega hasta la lavandería, no dice nada. No tengo cara de choro, pero sí de cabreado y peor cuando en verdad estoy cabreado.
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– Aló, sí, estoy arriba ya bajo, no me demoro – mi esposa preocupada porque ya estaba demorando mucho y ella no estaba segura si había subido hasta la terraza o en donde estaba.
– Usted viene a pedir respeto y nos falta el respeto gritando y entrando a nuestra casa.
– Ya le dije señora, además el respeto se acabó el momento que el agua cayó sobre mí. Y no vine a faltarles el respeto, solo vine a dejar sentada mi indignación y a recalcarle a su hijo que piense en los demás, que respete al resto, no todos queremos jugar con él, que si quiere jugar por lo menos lo haga con otros niños, ni siquiera tuvo respeto por la diferencia de edad.
– De la forma en que viene a reclamar claro que mi hijo se va a acordar de esto.
– Mil disculpas pero tenía que hacerlo señora, hasta luego.
Silencio absoluto.
Abajo me esperaba ya mi esposa, me quité el saco mojado y empezamos el regreso a casa. “Por eso me gusta mi marido, cuando reclama por cosas justas aunque se cabree un poco… menos cuando pelea con taxistas porque me da miedo que vayan a sacar una pistola, jejeje”,
Siiii!!, por eso me encanta mi marido!! jajaja.
Pobre mi neguito todo mojadito, yo como ya vi mojada la vereda me supuse pero no me imaginé que nos iban a lanzar a nosotros, y tampoco me esperaba que se te vaya la pereza y te subas los 5 pisos para reclamar por ese acto de violencia (porque para mí es eso).
Ojalá ese enano no se olvide de eso nunca, al menos yo no me olvidaría de la cara de cabreado de mi nego 😛
jvv.
Estimado Fabián, lamentablemente es una maldita costumbre que tu la describes muy bien. Hace algunos años atrás mientras esperaba el bus en una parada, un HP desde un bus me lanzó un “bombazo” o vejiga llena de agua impactándome en mi ojo derecho, obviamente por el dolor y el coraje no tuve contemplaciones y salí en veloz carrera tras el vehículo y agarrando una piedra (era lo único que había en el trayecto, porqué si encontraba un tanque de guerra seguro que lo lanzaba contra el bus), la lancé contra la ventana desde donde salió el mortal “bombazo”. Claro que la bronca post piedrazo fue terrible, pero esa es otra historia.
Así que nada que “solo es espumita”, nada que “estamos en carnaval”. Basta ya del juego salvaje.
Saludos 🙂
yo por eso en carnaval solo me mojo por adnetro
Ay no me mojen, por alli no que me lele !!!
Viejo tanto problem por la mojadita de un mocoso, que a lo sumo debias haber metido al tanque para estar a mano.
En año nuevo toco desempolvar las habilidades quiñisticas, y aunque obviamente fue una excelente representacion de la facultad “mais grande do mundo”, francamente los años no pasan en vano, asi que pienselo dos veces antes de iniciar algo que puede ser medio doloroso.
Como extraño el carnaval con agua!!! subirse a los buses de los colegios femeninos armados de agua, harina y una que otra mala intencioncita.
Puta esta “culturizacion” le ha quitado mucho sabor a la life!!!
Los guambras de ahora no tienen NPI de como hacer canguil con diablillos, ni del mega hongo con dos o tres silvadores -somos una especie al borde de la extincion- solo nos queda macanica , y casi ni eso, fui alla hace un par de meses y no pude conseguir un fucking fosforo para encender un tabaco… LGP!!! ya nadie juega cuarenta ni se escuchan palabrotas en los pasillos, ¿que nos esta pasando? todo el mundo estaba estudiando osea que tipo de gente estudia fuera del horario de supletorios!!!
Slds
Solución fácil. Una amiga, al recibir diez bombazos de un grupo de adolescentes quiteños, les vació una lata de gas pimienta. Creo que el carnaval se acaba allí
Si te hubieras metido a una casa de por acá, me hubiera enterado por el Extra.
BIEN HECHO! Tuviste toda la razón, la gente (si es que se los puede llamar así) piensan que tienen derecho y justificación a lanzar agua criminalmente. Ojalá así se le quite las ganas al mocoso de hechar agua. Y es verdad, la sociedad actualmente no sabe como criar un niño. Yo por eso me abstengo de tener críos.
Antes que nada, ese comentario de Ludo está una bestia, jaja. Buena solución
Todavía me acuerdo cuando me lanzaron un bombazo donde los humanos de género masculino tienen su honor. Aunque esa vez me dolió más el orgullo de regresar a casa con los pantalones mojados precisamente “ahí”, jajaja.
Je je, a veces como que la impulsividad puede tener consecuencias terribles. La agresión del carnaval ventajosamente está disminuyendo. Si un grupo entre si desea mojarse, que lo haga, pero atacar al “volado tipo” que pasa por la calle o la pobre chica que inadvertidamente entra en el “haz de fuego” de un globo de agua es una bellaquería.
¿por qué no adoptamos la costumbre de salir en pelotas como las garotas?
Creo q voy a empezar a llevar gas pimienta…..
Ese juego es definitivamente salvaje, recuerdo una vez que no sé quien me lanzó harina a la cara, en lo poco que pude ver, reclamé a la persona equivocada, y se armó una bronca del grandes proporciones, se involucraron mis amigos y el otro grupo también era grande, en fin. Definitivamente un juego salvaje, que muchas veces hace que uno reaccione no necesariamente de buena manera.
También lancé agua de niño, también hubo alguien que me regaño al hacerlo (una vez hasta me corretearon con un palo). Por otro lado si me hubieran mojado en carnaval a estas alturas de mi vida hubiera reaccionado con el mismo disgusto, y el año pasado lo hicieron y yo si llevaba un celular… Pero bueno para cada etapa de la vida hay un papel… No creo que los niños hubieran tenido la intención de irrespeto, pero la madre supongo estaba conciente de lo que hacían o debería estarlo…
Por cierto me tome la libertad de incluir este blog en la lista de mi Blog recientemente creado..
También lancé agua de niño, tambien me regañaron por hacerlo [una ocación me corretearon con un palo]. Por otro lado si me mojarán hoy reaccionaría con el mismo disgusto… Bueno para cada etapa de la vida hay un papel… Creo que aquellos niños no lo hicieron con mala intención, pero la madre supongo estaba conciente del irrespeto que lo que sus hijos hacian implica… Mal por ella
sabes que lo que mas detesto es precisamente eso del carnaval, a mi me encanta ir a Playas o a Salinas, y en esos dìas siento como una sombra , un delirium tremens terrible, ¿serà porque me echaron una vez agua de pescado? asi es mi muy estimado “material metàlico empleado para sostener documentos”.
Deseo que estes muy bien, eres una excelente persona
🙂