Con la masificación de Facebook, la llegada de Twitter y otras redes sociales, los blogs personales se vieron encaminados al olvido. Ese fue el caso de este blog. Hoy hago un intento por rescatarlo y usarlo nuevamente como un espacio personal, como catalizador, como un espacio de catarsis, o simplemente como un “querido diario” (como casi siempre lo fue).
Y lo hago coincidiendo con el inicio de un nuevo año, esperando que no sea como uno de esas metas que se plantean al decirle adiós al año viejo pero que se olvidan a los pocos días sin lograr siquiera haber hecho algo para empezar a cumplirlas.
Es así que siguiendo con la tónica cliché de este post de regreso al blog, y para referencias futuras, dejaré constancia no tan explícita de mis objetivos para este año 2017. Pocos objetivos pero realizables, prácticos y necesarios posiblemente:
- Continuar con mi actividad física, mejorar mis tiempos y distancias.
- Empezar ese proyecto de emprendimiento dormido por años.
- Dar más tiempo y atención a mi familia.
La lista es corta pero no es fácil. Cumplirla implica compromiso, dedicación y disciplina y cubre tres aspectos importantes: familia, trabajo y salud.
Veamos cómo me va.
¡Feliz 2017!