Tuve la oportunidad de estar en Washington D.C y, dados mis últimos hábito y gusto por correr, conseguí registrarme en una pequeña competencia en la zona: la 2017 CroppMetcalfe’s Spring Georgetown 5k & 10-Miler (Bug Run) en la que si los participantes lo desean pueden ir vestidos como bichos, como insectos. A la semana siguiente iba a participar en la 15K Últimas Noticias, entonces me decidí solo por la 5K y no por las 10 millas en el D.C. Obviamente no me iba a disfrazar de bicho.
Había revisado los resultados de las dos anteriores ediciones de la carrera y podía llegar en décimo lugar, era muy posible lograrlo. Como lo mencioné, era una competencia pequeña de tipo más bien recreativo.
Desde días anteriores ubiqué en Google Maps el lugar de la competencia, la distancia a la que me encontraba, la manera de llegar y el tiempo que me tomaría. También había averiguado los pronósticos del clima para ese día, la altura, etc. Todo estaba en orden y listo para el día de la carrera.
El área del D.C es pequeña y desde ahí varios estados quedan cerca, entre ellos Virginia que era en donde se iba a desarrollar la competencia. El viaje entre caminar y tomar el metro no debía tomarme más de 40 minutos desde Alexandria, donde me encontraba.
Al no tener conexión a una red de datos móvil en mi teléfono lo que hice fue capturar los mapas que me indicaban las caminatas hasta la estación de metro de partida y desde la estación de metro de llegada hasta el lugar de la competencia. Estaba tranquilo y seguro de poder llegar sin problemas al lugar de partida de la 5K.
La primera caminata fue corta y sencilla, tomé el metro en la estación Braddock Road para bajarme en la estación Rosslyn ya en Virginia. Salí de la estación y miré la captura del mapa: 14 minutos caminando y llegaría a mi destino. La captura del mapa no mostraba al detalle los nombres de las calles transversales y confié en mi orientación, mala decisión.
Aquí empezó lo que luego sería un suplicio. Después de 10 minutos de caminata no llegaba al puente sobre el Potomac que ya debía estar ahí, me preocupé porque faltaban poco más de 20 minutos para el inicio de la carrera. Empecé a buscar alguna señal libre de wifi y la encontré en la esquina de un California Tortilla, me conecté y busqué la ruta al punto de partida de la 5K.
Encontré la ruta, mi mal sentido de orientación me había hecho caminar en sentido contrario, estaba a 30 minutos caminando según Google Maps… para ese entonces ya faltaban menos de 20 minutos para que inicie la carrera. Estaba en D.C, inscrito en una competencia y no iba a perder la oportunidad para participar en tierras gringas, así que hice lo que tenía que hacer: salir corriendo como loco para alcanzar la partida a tiempo.
Ahora sí por la ruta correcta llegué al puente sobre el Potomac, a la mitad del puente ya vi a lo lejos varios puntos de colores; eran los corredores en la línea de partida. Alcanzaba a llegar. Crucé el puente, bajé hacia el acueducto y vi frente a mí al grupo de corredores listos para partir: escuché el “three! two! one! go!” y arrancaron frente a mí, podía hacerlo…
No pude, estaban frente a mí pero entre ellos y yo estaba el pequeño canal que debía sortear para poder llegar. Me tomó tiempo pero lo hice, llegué, pedí mi chip y mi dorsal con el número pero ya habían guardado todo así que solo alcancé a poner la app para medir mi distancia y tiempo de carrera y arranqué detrás de todos los atletas, 3 minutos después de la largada.
Alcancé a los últimos y empecé a pasar uno a uno a varios competidores. Me encontré con dos corredoras que iban vestidas con alas de mariposa y mientras las rebasaba les lancé un “nice wings”. Lo agradecieron con una sonrisa y un “thanks”.
Terminé la carrera, un adolescente voluntario de los organizadores se acercó a pedirme mi número. Le dije que estoy inscrito pero que llegué tarde y que corrí sin dorsal ni chip. Le pregunté si podía tener mi medalla de participación y me indicó que me acerque a la mesa donde estaban los organizadores. En ese momento recién me acordé de parar la app que estaba midiendo mi carrera y me acerqué a pedir mi medalla.
Pidieron mi nombre, vieron que estaba inscrito y me la dieron. Pregunté si podían incluir mi tiempo en los resultados oficiales, corrí sin chip pero tenía el registro de la carrera con tiempo y recorrido marcado con GPS. Aceptaron mi pedido, me indicaron que les envíe por correo una captura del registro del tiempo y distancia e incluirán mis resultados en el listado oficial.
Y así fue, aparezco sin número de dorsal en los resultados oficiales de la competencia y terminé en puesto 11. Si hubiera apagado la app a tiempo posiblemente habría cumplido con el estimado de terminar décimo.
Pude cumplir con mi primera carrera en tierras extranjeras, no dejé que el D.C le gane a mi desorientación y lo conseguí. Sudé frío antes de la carrera, me desesperé pero hoy tengo algo que contar: la 5K un pastuso en Washington D.C.